Vivir en vez de Sobrevivir - La trampa del Hámster — ThinkingHappiness

La trampa del Hamster

“ ME LEVANTO TEMPRANO PARA PREPARAR EL DESAYUNO PARA TODOS; ME CAMBIO, ME VOY A TRABAJAR, HAGO LAS COMPRAS, VUELVO A CASA; ME CAMBIO, PREPARO LA CENA Y A DORMIR PARA REPETIR TODO LO MISMO AL OTRO DÍA. HAY VECES QUE ME SIENTO EN EL GUION DE UNA PELÍCULA QUE SE REPITE UNA Y OTRA VEZ “
— Carmen - Mendoza (Argentina)

¿VIVIS O SOBREVIVIS?

Todos alguna vez vimos un Hámster en su rueda y es probable que hasta hayamos sentido lastima por el pobre ratoncito que corre sin parar. ¿Qué es lo que nos da lástima? ¿Tal vez su inocencia, su impotencia o su inconciencia frente al hecho de que por más que se esfuerce va a permanecer siempre en el mismo lugar? En definitiva, su vida está destinada a solo dar vueltas y parece vacía o sin sentido. Para nosotros que miramos desde afuera; es fácil, hasta obvio, comprender la situación del ratón y el desenlace. Lógico; nosotros somos seres conscientes, ¿Verdad? Pero permítanme que les haga una pregunta: ¿En nuestras vidas; tenemos mayor conciencia que el hámster? Hay personas, que diariamente se suben a su rueda (su vida) y corren para cumplir con todas sus obligaciones. Es más; si hay más para hacer, entonces corren más o más rápido pensando que eso eventualmente va a modificar el resultado. ¿Alguno ya se siente medio hámster?, ¿Ya se identificaron con ese ratoncito que corre desenfrenado y parece que la rueda se va a salir de su eje? 😉 Es tiempo de tocarse la cara y asegurarnos que no nos estén saliendo bigotes !! 🐹

hombre-en-rueda-left.jpg

Como seres humanos somos algo más que lo que simplemente hacemos, pero en la trampa del hámster las personas se ven absorbidas por la rutina y las responsabilidades. Eventualmente; cuando esto se consolida en un hábito, se vuelve un automatismo que puede dejar muy oculto el sentido de realización personal y de Felicidad. Parecería entonces, que la misión es Sobrevivir en vez de Vivir.

Es necesario aclarar que la rutina en sí misma no es un problema; la rutina nos da orden y en sí tiene factores positivos. Nos permite: avanzar a través de la repetición, mantener el ritmo, profundizar habilidades, volvernos expertos. ¿O acaso dudan que el ratoncito es un experto corriendo en su rueda? Solo se vuelve un problema cuando está desbalanceada y cuando ocupa toda nuestra vida, en especial cuando esa rutina no me define cómo persona. Es decir: no es lo que quiero, no es mi misión en la vida, no es lo que me da satisfacción o no me ofrece sentido de realización personal. Y eso sí; es un problema, porque todas estas cosas forman parte de sentirse pleno y de sentirse Feliz. En definitiva solo estoy sobreviviendo y no viviendo.

¿Soy un Hámster? - Anatomía del típico Hámster

anatomia3.png

El hámster en general corre por otros; y siempre tiene que estar en algún lado más, así que siempre está pensando en lo próximo que debe hacer. Mentalmente es agotador y por lo tanto conlleva un gran desgaste psicológico y emocional. Si por momentos puede lograr detenerse; puede aparecer un sentimiento de sin sentido o de enojo hacia los demás; es decir, hacia las personas por las que corre todo el día: la pareja, los hijos, los padres, el jefe o la jefa, etc. En esos momentos que todo se calma y logra su espacio: tarde en la noche, o temprano en la mañana cuando no hay ruido o demandas, es que aparece un sentimiento profundo de postergación personal. De alguna manera es equivalente a cuando el hámster se baja de su rueda. Sin embargo; ya sabemos que esto no va a durar mucho porque al otro día hay que volver a subirse para que el mundo siga funcionando. Sí; como lo escucharon; el hámster piensa que si no se sube a la rueda, el mundo no funciona y seguramente lo que sigue es el apocalipsis !! ¡Pavada de responsabilidad con la que hay que vivir!; ¿No les parece?

responsabilidad.jpg

La responsabilidad

es buena; pero demasiada responsabilidad es dañina. La realidad es que toda nuestra vida nos entrenan y nos programamos para ser responsables y en algún momento perdemos la conciencia, igual que el pobre ratón.

(Les recomiendo se suscriban para recibir próximamente un artículo llamado “Primero la sopa, después el postre” donde abordamos este tema en profundidad).

Parte de la dificultad de quién vive en la trampa del hámster, es su set mental; entonces lo primero que tenemos que hacer es desactivar esos programas o pensamientos:

1 - El hámster piensa que nadie pude hacer lo que él hace. Nadie lo hace como él, y por lo tanto no sabe delegar. A su vez no tiene tiempo; recuerden que siempre tiene que estar en otro lado y la rueda no puede parar, así que no puede detenerse para enseñar o asumir el costo de la ineficiencia. Además; está el otro pequeño tema de que el mundo está en juego en cada una de las cosas que hace. Entonces, ¡cómo se te puede ocurrir que vaya a delegarlo! Lo que hay en realidad es un sentido de responsabilidad exacerbado y falta de confianza en los demás. Si esto está muy instaurado, es recomendable trabajarlo con un profesional que te ayude en el camino de comprenderlo o mitigarlo.

2 - El Hámster no sabe pedir ayuda. Está muy metido en su rol; lo viene haciendo desde hace mucho tiempo en modo automático, y por lo tanto ya no es consciente. Esa es su misión; es lo que vino a hacer al mundo y le corresponde a él; por lo tanto, nunca evalúa la posibilidad de pedir ayuda. En algún lugar pedir ayuda sería hasta irresponsable porque estoy evadiendo obligaciones que son propias.

3 - Al hámster le cuesta decir que No. Está muy entregado a los demás porque tiene un rol de Cuidador. El inconveniente es que los demás también aprenden de ese comportamiento y se acostumbran a pedir más. No lo hacen por mal; es un aprendizaje adquirido, y mientras no haya otra señal, lo van a seguir haciendo. Imagínense un carro de helados que se ubica en medio de una plaza de niños a regalar helados. ¿Cuánto tiempo creen que podría estar entregando helados? La respuesta es: toda la vida mientras existan niños y helados. El concepto es que; a costo CERO demanda INFINITA. Si algo no me cuesta y lo quiero, entonces sigo pidiendo. En este ejemplo; el Hámster es el vendedor de helados.

4 - Relacionado al punto anterior está el hecho de que el Hámster piensa que todo lo puede. Considerando esto, es normal que siga agregando responsabilidades a su rueda a medida que estas aparecen. Su mecanismo es compensarlo corriendo más o corriendo más rápido, lo cual básicamente aumenta las chances de Sobrevivir, en vez de Vivir.

¡A trabajar! Consejos para bajar de la rueda y dejar de Sobrevivir.

Primero entendamos que nadie hace lo que hace, o vive como vive porque sí. Obviamente hacemos lo que hacemos porque lo consideramos importante y es lógico que nadie va a dejar de atender a sus hijos, sus padres, sus jefes, etc. Tampoco podemos esperar cambiar de un día para el otro, o que de repente nos sobren decenas de horas de tiempo libre.

El primer paso como en todo es: ¡Pensar!, porque todo empieza en la mente. Pensar en Felicidad. Por lo tanto; vas a buscar algo que sientas que es únicamente para ti, que te haga feliz y que no ocupe mucho tiempo (máximo media hora para empezar). Aunque no lo parezca; en media hora se puede hacer mucho: leer un libro, una clase de gimnasia online, meditar, caminar, etc., etc. Queda en ustedes elegir lo que prefieren, pero tiene que ser algo para ustedes. En general tenemos visión de blanco y negro; de todo o nada, y subestimamos el impacto de pequeñas cosas (Suscríbete para recibir el artículo “La torta” donde profundizaremos en este tema)

Escenario 1 - Si tu situación económica te lo permite piensa en contratar a alguien para que te ayude. Elige alguna tarea que identificaste como menos grata y delégala. Prepárate para que tal vez no lo haga del mismo modo que tú, pero te aseguro que tampoco lo va a hacer tan mal. Flexibiliza un poco tu exigencia y piensa que es lo que estas ganando a cambio. Asume que estas diseñando tu futuro; estas armando una estrategia para bajarte de tu rueda más seguido y tienes que pensar en este entrenamiento como una inversión. ¡Muy importante!, el tiempo que liberes: ¡es para ti !.  Tu tendencia puede ser utilizar este tiempo para resolver algo más de la rueda; algo que te demandaron y que tenías pendiente y entonces todo va a ser en vano. También recuerda que donde el resto descubra que tienes un poco de helado de sobra, la demanda va a ser inmediata.

Escenario 2 - Si tu situación económica no te lo permite o no quieres resolverlo de ese modo, entonces tienes que pedir ayuda a tus afectos o buscar aliados. Hazte la siguiente pregunta: ¿Quién es el beneficiario principal de esta tarea que me gustaría dejar de hacer y ganarme media hora? Luego continua con la siguiente pregunta: ¿El beneficiario podría hacer esta tarea de manera completa o al menos parte de ella? Si la respuesta es sí, entonces ya tienes una oportunidad. A partir de ese momento vas a preparar una conversación con la importancia de una gran presentación. Vas a intentar usar un lenguaje no violento; es decir, no vas a ir a reclamar sino que vas a ir a contar como te sientes y preguntar si alguien te puede ayudar en la actividad que identificaste. Elige un lugar distendido y avísale con anterioridad a los convocados (tus víctimas, ja ja). Explícales que es importante para ti hablar de cierto tema y trata de acordar una hora sin imponer. Es fundamental que jerarquices este momento y que se diferencie de una conversación normal de todos los días. No inicies una conversación de la nada cuando las otras personas están en otras actividades; tienes que asegurarte que cuentas con toda su atención. Muy importante; si tienes suerte y te dicen que sí, puede que igualmente no lo hagan o que no dure por mucho tiempo. (la fuerza del hábito es muy poderosa). Pide un compromiso y prepárate para sostenerlo. Si esto llegara a suceder; por más que te enloquezca; ¡no puedes salir corriendo a hacerlo tú! Si lo haces; habrás perdido tu espacio y tu oportunidad. ¿Parece duro?; recuerda que solo estamos hablando de liberar media hora, es todo lo que precisas para comenzar.

¿No te sientes preparada/o para tener esta conversación con tus afectos?; no importa. Puedes empezar por otro lugar; identifica los momentos de tranquilidad o créalos. Recuerda media hora al principio. Algunas opciones:

1.jpg

Si almuerzas en el trabajo busca de reinventar ese espacio. Por ejemplo distánciate un poco del ruido y úsalo para leer u otra actividad que sea adecuada para ese momento. En mi caso fue un gran descubrimiento ese espacio y he leído varios libros de ese modo.

2.jpg

Intenta ir contra ciclo; es decir, utiliza esos momentos donde los demandantes no están activos. Levántate más temprano y la primera media hora del día la tomas para ti. Puede ser difícil al principio pero lograras sentir el impacto de ese pequeño momento y te valdrá la pena el esfuerzo. Un hábito se consolida en 20 días más o menos; ¡Inténtalo!

3c.jpg

No salgas corriendo hacia lo siguiente que tienes que hacer inmediatamente. Por ejemplo: después del trabajo; antes de volver a casa, ve a un café y tomate tu tiempo, después puedes seguir con la rutina. Olvídate de correr siempre lo más rápido posible.

4.jpg

Si eres noctambula/o y tienes la capacidad de mantener tu energía hasta el final del día; entonces, busca adelantar media hora la actividad de la noche; la cena por ejemplo. Terminaras un poco antes y estarás ganando media hora para ti. Aprovecha esta oportunidad para hacerles saber a “tus clientes” cuál es tu horario de apertura y de cierre. Comunica de manera amable, incluso hasta en tono de broma cual es la hora límite de atención de demandas. Si lo sostienes, eventualmente el resto se empezará a acomodar a ti, y no al revés.

5.jpg

¡No agregues más cosas a tu rueda! Aprende a decir que NO y no respondas en automático. Tomate un tiempo y antes de responder que SI hazte siempre la siguiente pregunta ¿Y qué pasa si no lo hago? Si la consecuencia no es “catastrófica” o de alto impacto entonces date el derecho de decir que no. ¿Cómo? Explica que no tienes tiempo para hacerlo y discúlpate. Ante la insistencia vuelve a repetir tu respuesta amablemente. ¿Demasiado difícil o brusco para ti? Ofrece ayuda para pensar en conjunto una solución que no dependa de ti. Si no tienes escapatoria y te sientes en la obligación de hacerlo, agrega un Costo y al menos rompe con el circulo vicioso de a costo cero, demanda infinita.

Una Historia para aprender ..

Un profesor en una universidad en España hacia coaching de vida (como nosotros 😉). Los alumnos querían entrevistarse constantemente con él para que los asesorara en su vida y sus decisiones. Era algo extracurricular; algo que hacía generosamente para ayudar a sus alumnos. Sin embargo su agenda se comenzó a llenar y empezó a quedarse con poco tiempo personal y a perjudicarse. Como no se sentía cómodo diciéndole que si algunos alumnos y a otros no,  decidió que a todos les diría que sí, pero con una condición. Las reuniones se llevarían a cabo en su casa de campo a 80 kilómetros de la ciudad y serían los domingos a las 7:30 de la mañana. Descubrió que la mayoría no estaban dispuestos a pagar ese costo y que quienes lo hacían verdaderamente necesitaban su ayuda. Nunca tuvo que decir que NO, pero tampoco aceptar postergarse a sí mismo. Cuando no puedas decir que no; busca la forma de poner Costo a los pedidos que recibas pidiéndole al otro que también ponga algo de él. Veras que muchas cosas que parecen urgentes, desaparecen mágicamente, y habrás ganado más tiempo y menos stress para ti.

Repitiendo estos pasos, de a poco podrás ir encontrando más espacios para ti y empezar a vivir más en vez de sobrevivir.

si disfrutaste del contenido haznos saber que llegaste hasta aquí haciendo click en el corazón de me gusta. y si te animas un poco más déjanos tu opinión o cuéntanos tu experiencia.

Para contar con más herramientas o que te acompañemos en el proceso coordina una reunión de Coach con nosotros.

Hasta pronto.

Cesar

coach gratis.png
Compartir